POSTIGOS, 1990
Este libro es la primera publicación de la autora, recoge una selección de poemas escritos durante la década de 1980. Corresponden a las primeras aproximaciones poéticas, en donde la intuición poética traspasa lo genuino, conforma la entrada en vigencia del lenguaje que abordará Marcela Albornoz Dachelet. Estilo que depura en sus siguientes libros.
El prólogo es del poeta Adriano Améstica, quien señala que, “Marcela Albornoz Dachelet, nos presenta sus trabajos desprovistos de impactos efectistas, de fuegos de artificio que, actuando como distractores, nos desvíen de la captación de la esencia de sus poemas, revestidos éstos sí, de ese misterio que nunca terminamos de descubrir por completo, porque, complejo en sus orígenes en cada lectura nos está ofreciendo nuevas facetas, nuevas aventuras, nuevos incentivos para el abordaje…”
DE PUÑO Y LETRA, 2000
En este libro, publicado diez años después de “Postigos”, la poeta ha adquirido un crecimiento en su lenguaje poético, no ha sido en vano tardar tantos años en una segunda publicación. La madurez se advierte en esta poesía, revelando un oficio y una factura técnica depurada en sus propuestas poéticas.
Prologado por el escritor Juan Antonio Massone, … “Es así como Marcela Albornoz Dachelet traza estrellas de su clave, de su auténtica palabra deseada. Sujeta el imperativo de explayar propio alfabeto, la noche tanto como el río y la piedra, fluencias y densidades, ofrecen al imperativo de definirse posibilidades afines al inaudito sentimiento de conocerse por encima de toda costumbre y desgaste de si propio.
LA INSOBORNABLE INUTILIDAD, 2003

Atravesada la línea, los límites ya no son lo que fueron en la primigenia edad de los inicios de su poesía. Avanza en una madurez y en un estilo en que marca un territorio poético, al cual no puede estar ajena. No renuncia a la historia, asume su condición de poeta y traspasa lo insobornable.
Raúl Zurita, Poeta, y Premio Nacional de Literatura, 2000, escribe el prólogo: “La insobornable inutilidad, Está en el centro mismo de una verdad apenas expresable, entumida, y que toca sin embargo el sacrificio de todos los poetas en la tierra. Hacerse pedazos en el medio del silencio, de la soledad del mundo, de la inutilidad, para ser precisamente, duros esplendorosamente vivos, lacerados, pero vivos”.
… “Las voces que Marcela Albornoz reúne, nos muestra una sabiduría distinta a la del poema, o a la de aquello que llamamos el poema. Es algo que está anclado en otra parte, más allá o más acá de las palabras, pero donde ellas mismas; las palabras, los versos, las líneas, parecieran estar allí sólo para mostrarnos un indicio de lo indecible del mundo. En ese mundo indecible los seres humanos sueñan, hablan, miran, actúan, y no son lo que las colectividades les indican que sean. Son de una pureza distinta, de un matiz distinto, de una bondad también distinta”…
COSAS AL OÍDO DE LULÚ, 2005

Un libro sensual que toca con los dedos un erotismo cautivador, que perturba –suavemente- el instinto del deseo. Una pequeña libertad de la autora para dejar impresos las palabras del amor intenso, que no todos se atreven a pronunciar. Un delicado atrevimiento de congregar en un solo volumen poemas que Marcela Albornoz Dachelet, venía anunciando hacía tiempo, y como ella señala, “La piel también puede ser una palabra”.
Para muestra un botón, su poema DEDOS
“Los dedos dentro
eran pequeñas voces
en la punta de la lengua
tu mano era una palabra
no dicha
así como lo imaginado
lo que se piensa sin la voz terrena
de las cosas
tu rostro descansaba en una pausa
a pequeña distancia
de mis piernas
y tus dedos
vaciándome
hurgándome
llenándome
de palabras el silencio”